sábado, 17 de noviembre de 2007

Filosofía S XIX

Nietzsche

Él considera como inicio que los hombres no son, ni deben ser iguales. Él es dialéctico e idealista. Concibe la realidad dividida en dos fuerzas. Él es un filólogo y estudia la literatura griega y aquí es donde ve las dos fuerzas: Lo apolíneo y lo Dionisiaco.

Apolo en la literatura griega representa la belleza y la mesura. Apolo es perfecto, no le falta ni le sobra nada. Es totalmente simétrico.

Dionisio representa el exceso, le sobra todo; tiene todo, pero quiere más.

Todo el ser humano tiene una mezcla entre estos dos componentes. Nietzsche ve esta dualidad interna en el ser humano.

Los hombres no deben ser iguales porque hay dos tipos de almas: Señoriales y esclavos. Un alma es de un tipo u otro, esto depende de la voluntad de poder, éstas son las ganas que tiene el ser para dominar a otro. Si tiene mucha voluntad, será un alma señorial; y en cambio si tiene poca, será un alma esclava.

Dice que está bien y deben regirse por diferentes tipos de moral. El esclavo debe ser la moral cristiana, dice que el problema es que el mundo se ha regido por esta moral y que ésta ha impedido que las almas señoriales se puedan desarrollar, porque la sociedad les ha impuesto la moral del esclavo, por lo cual él dice que las almas señoriales deben tener una propia moral que vaya más allá del bien y el mal.

El héroe tiene una potencialidad de ir más allá que el resto. Este escalón es el del súper hombre y llega a serlo aplicando su propia moral. La moral está definida por el ideal de llegar a ser súper hombre.

Ser súper hombre no es una especie más. Es un grado de evolución superior.

Las almas señoriales tienen las dos fuerzas, pero establecen que rige Apolo. Las almas señoriales son las que pueden reprimir a Dionisio, porque ellos quieren, aunque igual lo demuestran.

Las almas señoriales son las únicas que pueden ascender y son por tanto imperfectas.

El hombre por tanto puede ser llamado a superar a Dios. Dice: “¿No habéis oído hablar de ese hombre loco que, en pleno día, encendía una linterna y echaba a correr por la plaza pública, gritando sin cesar, “busco a Dios, busco a Dios”? Como allí había muchos que no creían en Dios, su grito provocó la hilaridad. “Qué, ¿se ha perdido Dios?”, decía uno. “¿Se ha perdido como un niño pequeño?”, preguntaba otro. “¿O es que está escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se ha embarcado? ¿Ha emigrado?” Así gritaban y reían con gran confusión. El loco se precipitó en medio de ellos y los traspasó con la mirada: “¿Dónde se ha ido Dios? Yo os lo voy a decir”, les gritó. ¡Nosotros lo hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos somos sus asesinos! Pero, ¿cómo hemos podido hacer eso? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Y quién nos ha dado la esponja para secar el horizonte? ¿Qué hemos hecho al separar esta tierra de la cadena de su sol? ¿Adónde se dirigen ahora sus movimientos? ¿Lejos de todos los soles? ¿No caemos incesantemente? ¿Hacia adelante, hacia atrás, de lado, de todos lados? ¿Hay aún un arriba y un abajo? ¿No vamos como errantes a través de una nada infinita? ¿No nos persigue el vacío con su aliento? ¿No hace más frío? ¿No veis oscurecer, cada vez más, cada vez más? ¿No es necesario encender linternas en pleno mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿Nada olfateamos aún de la descomposición divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto y nosotros somos quienes lo hemos matado! ¿Cómo nos consolaremos, nosotros, asesinos entre los asesinos? Lo que el mundo poseía de más sagrado y poderoso se ha desangrado bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará de nosotros esa sangre? ¿Qué agua podrá purificarnos? ¿Qué expiaciones, qué juegos nos veremos forzados a inventar? ¿No es excesiva para nosotros la grandeza de este acto? ¿No estamos forzados a convertirnos en dioses, al menos para parecer dignos de los dioses? No hubo en el mundo acto más grandioso y las futuras generaciones serán, por este acto, parte de una historia más alta de lo que hasta el presente fue la historia. Aquí calló el loco y miró de nuevo a sus oyentes; ellos también callaron y le contemplaron con extrañeza. Por último, arrojó al suelo la linterna, que se apagó y rompió en mil pedazos: “He llegado demasiado pronto, dijo. No es aún mi hora. Este gran acontecimiento está en camino, todavía no ha llegado a oídos de los hombres. Es necesario dar tiempo al relámpago y al trueno, es necesario dar tiempo a la luz de los astros, tiempo a las acciones, cuando ya han sido realizadas, para ser vistas y oídas. Este acto está más lejos de los hombres que el acto más distante; y, sin embargo, ellos lo han realizado.” (El loco).

Lo que quiere decir en resumen es que Dios ha muerto y que nosotros lo hemos matado.

Biografía de Nietzsche

Nació el 15 de octubre de 1844, en Röcken, Prusia. Su padre, un ministro luterano, murió cuando él tenía 5 años, y fue educado por su madre en una casa donde vivían su abuela, dos tías y una hermana. Como fue criado por mujeres, las cuales eran histéricas, él va a tener una personalidad muy perturbada.

Toma la idea de voluntad de vivir de Schoppenhauer. Su primer libro es “Origen de la tragedia”, el cual publica en 1872,

Él va a intentar buscar a este hombre que puede ser superior. Lo busca en el mundo de la tragedia y conoce a Wagner, quien es el que le hace la música a las tragedias de la época y escribe muchas óperas. Él piensa que con el había encontrado al héroe.

Se pelea con Wagner y se pierde la idea del héroe germánico, cuando él le hace la música a el “Parcifo”, que es un héroe que busca el Santo Grial, y aquí la moral que se presenta es la del esclavo. Esta ópera es una leyenda Celta.

Nietzsche es un filósofo contrario a la masa. Esto es contrario a lo que plantea la ilustración.

La idea de la muerte de Dios es lo que se conoce como la filosofía nihilista, la cual es la filosofía sin referentes. “Nihi” significa nada. Cuando falta Dios queda la nada.

Positivismo

August Comte

Comte es quien plantea la teoría llamada “Ley de los tres estados”, en donde compara el desarrollo del hombre con la humanidad.

Dice que la infancia de la humanidad fue Teocéntrica y ésta se divide en sub etapas. Pero se centra en las creencias del Deísmo, teísmo, etc. La adolescencia es la etapa de la filosofía, es una etapa metafísica.

La madurez es el hoy, en la cual el hombre vive una realidad, que es lo positivo. Él es el primer sociólogo porque plantea la idea que debe haber una promoción social, que toda la sociedad avance hasta llegar a la ciencia.

Cree que todo se puede ordenar para llegar a un congreso. Dice que lo único absoluto es que todo es relativo
Paralelamente está el Existencialismo con Kierkegaard. Es una filosofía que se centra en la existencia de las cosas y es pesimista, Porque la existencia se acaba y esto hace que exista una angustia, porque uno nace sabiendo que la existencia se va a acabar y que la existencia de cada uno también.

Heidelbergb dice que el hombre es un ser para la muerte. Otro exponente del existencialismo es Jean Paul Sastre.

Darwin

No es un filósofo, sino que es un científico naturalista inglés. Plantea la idea de que las especies evolucionan. Dice “El medio crea el órgano” planteado en su libro “El origen de las especies por selección natural”

En las islas galápagos pueden ver realmente la evolución de las especies.

La selección natural se da entre los más fuertes y los más débiles que están destinados a morir. Lo que pasa es que Darwin es mal interpretado por Herbert Spencer, un inglés, que aplica los tratados de Darwin a hombre. Donde dice que los más débiles van y deben morir, hace que nazca el darwinismo social.

Aquí tratan al hombre como una especie más, en donde deben morir los hombres que no son perfectos, porque deformaban a la especie humana, esto es una despersonalización del ser humano. Esta generación mata el concepto de persona del cristianismo.

Freud

Reduce al hombre la animalidad. Dice que lo único que mueve al hombre es la libido (el instinto sexual). Deja de lado la idea que el hombre es libre y racional.

Surgen nuevas maneras de comunismo. Bakunin dice que el comunismo debe estar en el mundo de la política por medio de las elecciones. Lenin dice que la revolución no llega sola,, que hay que producirla, es un marxismo revolucionario activo. Gramsci es el fundador del partido comunista italiano y dice que la revolución hay que hacerla desde arriba y para esto debe tomar la educación, el arte y la cultura para poder llevarla a cabo.

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