En 1921 Benito Mussolini es elegido diputado por Milán en 1921
En 1922 Mussolini decidió marchar hacia Roma con el objetivo de derrocar al gobierno del Rey Víctor Manuel III, el rey frente a una guerra civil, decidió abdicar y Mussolini se declara el conductor de Italia, asumiendo en forma dictatorial todos los poderes.
Características del Fascismo.
- Es totalitario, significa que todo está dentro del estado, incluso el Estado está por sobre los hombres, sobre las personas. Una frase característica es "Todo para el Estado y nada fuera del Estado".
- Es Nacionalista, porque los intereses personales están subordinados a la nación, por esto que la nación se protege prohibiendo los partidos políticos, las elecciones y la libertad de prensa y expresión.
- Exaltación del líder: Piden obediencia absoluta, en este caso al Duce, que significa Conductor en este caso Mussolini.
- Es un estado aristocratizante, porque sólo los mejores están llamados a conducir el estado de Italia.
- Militarización de la Sociedad: Significa que el servicio militar es obligatorio para los jóvenes y además se crean entidades que van incorporando a corta edad a las milicias, como es la Bolilla, que incorporó desde muy pequeños a los italianos.
- En el estado se crea una nueva política económica sin ser un comunismo, es llamado Estado Cooperativo, en donde el estado controla los medios de producción y los comparte con la población a través de las cooperativas.
- La política exterior incluía la expansión de Italia, se apoderó en África de Abisinia y Etiopía y en Europa de Albania; por estas intenciones militares son retirados de la Sociedad de Naciones. Sí, Mussolini tuvo el cuidado de mantener buenas relaciones con la Iglesia y es por esto que firma el Letram, en donde se compromete a no atacar los territorios eclesiásticos y además, por medio de este tratado se crea el Estado del Vaticano en 1929 como un estado independiente.
- Colabora con el ejército nacionalista en la Guerra Civil Española.
Nazismo en Alemania.
Se dan las mismas situaciones que antes, como la inflación, descontento social y además la humillación que tuvo Alemania por el tratado de Versalles. Comienzan a surgir, igual que en el facismo, los partidos nacionalistas, se sumó la política debido a que después de la Primera Guerra Mundial, el Káiser Guillermo II abdicó y se creó la república de Wiman.
En el escenacio aparece Hitler, de nacionalidad austríaca. Él participa en la primera guerra mundial y es condecorado con la Cruz de Hierro, el más alto reconocimiento para los militares.
Frente a la crisis que vive Alemania, responzabiliza a los judíos y socialistas. En 1919 ingresó al Partido Nacional Socialista, conocido como Nazi y rápidamente pa´so a dirigirlo. En 1923 participa de una rebelión contra el gobierno y es encarcelado, es ahí donde escribe su obra más importante "Mi Lucha", en donde detalla las ideas centrales del programa del partido nazi, en este libro establece:
La unión de todos los alemanes en una sola Alemania, todos bajo un sólo alemán, anulación inmediata del Tratado de Versalles.
Expone un nacionalismo extremo, nada puede estar por sobre los intereses de la nación.
- Reconoce una superioridad racial y señala a la raza aria como la llamada a dirigir el destino de Alemania.
- Nacionaliza la industria y los medios de producción en Alemania.
- Habla del espacio vital que es el territorio necesario para desarrollar los intereses de Alemania, por eso a futuro invadirá Austria y Polonia.
- También la ideología nazi desprecia a la democracia como sistema, por eso clausura los partidos políticos, la libertad de expresión y basa su éxito en el liderazgo del Führer.
- En lo económico también colectiviza los bienes a pesar de que mantiene la propiedad privada, sin embargo, obliga a las empresas e industrias a trabajar para los intereses del estado.
Vida de Hitler.
Hijo de un aduanero austriaco, su infancia transcurrió en Linz y su juventud en Viena. La formación de Adolf Hitler fue escasa y autodidacta, pues apenas recibió educación. En Viena (1907-13) fracasó en su vocación de pintor, malvivió como vagabundo y vio crecer sus prejuicios racistas ante el espectáculo de una ciudad cosmopolita, cuya vitalidad intelectual y multicultural le era por completo incomprensible.
De esa época data su conversión al nacionalismo germánico y al antisemitismo. En 1913 Adolf Hitler huyó del Imperio Austro-Húngaro para no prestar servicio militar; se refugió en Múnich y se enroló en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial (1914-18). La derrota le hizo pasar a la política, enarbolando un ideario de reacción nacionalista, marcado por el rechazo del nuevo régimen democrático de la República de Weimar, a cuyos políticos acusaba de haber traicionado a Alemania aceptando las humillantes condiciones de paz del Tratado de Versalles (1918).
De vuelta a Múnich, Hitler ingresó en un pequeño partido ultraderechista, del que pronto se convertiría en dirigente principal, rebautizándolo como Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Dicho partido se declaraba nacionalista, antisemita, anticomunista, antisocialista, antiliberal, antidemócrata, antipacifista y anticapitalista, aunque este último componente revolucionario de carácter social quedaría pronto en el olvido; este abigarrado conglomerado ideológico, fundamentalmente negativo, se alimentaba de los temores de las clases medias alemanas ante las incertidumbres del mundo moderno. Influenciado por el fascismo de Mussolini, este movimiento, adverso tanto a lo existente como a toda tendencia de progreso, representaba la respuesta reaccionaria a la crisis del Estado liberal que la guerra había acelerado.
Sin embargo, Hitler tardaría en hacer oír su propaganda. En 1923 fracasó en un primer intento de tomar el poder desde Múnich, apoyándose en las milicias armadas de Ludendorff («Putsch de la Cervecería»). Fue detenido, juzgado y encarcelado, aunque tan sólo pasó en la cárcel un año y medio, tiempo que aprovechó para plasmar sus estrafalarias ideas políticas en un libro que tituló Mi lucha y que diseñaba las grandes líneas de su actuación posterior.
De nuevo en libertad desde 1925, Hitler reconstituyó el NSDAP expulsando a los posibles rivales y se rodeó de un grupo de colaboradores fieles como Goering, Himmler y Goebbels. La profunda crisis económica desatada desde 1929 y las dificultades políticas de la República de Weimar le proporcionaron una audiencia creciente entre las legiones de parados y descontentos dispuestos a escuchar su propaganda demagógica, envuelta en una parafernalia de desfiles, banderas, himnos y uniformes.
Combinando hábilmente la lucha política legal con el uso ilegítimo de la violencia en las calles, los nacionalsocialistas o nazis fueron ganando peso electoral hasta que Hitler -que nunca había obtenido mayoría- se hizo confiar el gobierno por el presidente Hindenburg en 1933.
Desde la Cancillería, Hitler destruyó el régimen constitucional y lo sustituyó por una dictadura de partido único basada en su poder personal. El Tercer Reich así creado fue un régimen totalitario basado en un nacionalismo exacerbado y en un complejo de superioridad racial sin fundamento científico alguno (basado en estereotipos que contrastaban con la ridícula figura del propio Hitler).
Tras la muerte de Hindenburg, Hitler se hizo nombrar Führer o «caudillo» de Alemania y se hizo prestar juramento por el ejército. La sangrienta represión contra los disidentes culminó en la purga de las propias filas nazis durante la «Noche de los Cuchillos Largos» (1934) y la instauración de un control policial total de la sociedad, mientras que la persecución contra los judíos, iniciada con las racistas Leyes de Núremberg (1935) y con el pogromo conocido como la «Noche de los Cristales Rotos» (1938) culminó con el exterminio sistemático de los judíos europeos a partir de 1939 (la «Solución Final»).
La política internacional de Hitler fue la clave de su prometida reconstitución de Alemania, basada en desviar la atención de los conflictos internos hacia una acción exterior agresiva. Se alineó con la dictadura fascista italiana, con la que intervino en auxilio de Franco en la Guerra Civil española (1936-39), ensayo general para la posterior contienda mundial; y completó sus alianzas con la incorporación del Japón en una alianza antisoviética (Pacto Antikomintern, 1936) hasta formar el Eje Berlín-Roma-Tokyo (1937).
Militarista convencido, Hitler empezó por rearmar al país para hacer respetar sus demandas por la fuerza (restauración del servicio militar obligatorio en 1935, remilitarización de Renania en 1936); con ello reactivó la industria alemana, redujo el paro y prácticamente superó la depresión económica que le había llevado al poder.
Luego, apoyándose en el ideal pangermanista, reclamó la unión de todos los territorios de habla alemana: primero se retiró de la Sociedad de Naciones, rechazando sus métodos de arbitraje pacífico (1933); luego forzó el asesinato de Dollfuss (1934) y el Anschluss o anexión de Austria (1938); a continuación invadió la región checa de los Sudetes y, tras engañar a la diplomacia occidental prometiendo no tener más ambiciones (Conferencia de Múnich, 1938), ocupó el resto de Checoslovaquia, la dividió en dos y la sometió a un protectorado; aún se permitió arrebatar a Lituania el territorio de Memel (1939).
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